Mus

¡Hacía milenios que no jugaba al Mus!. Desde mis años de clases exactamente. Como no estudié en una universidad, pues me tengo que remontar a los años de la Escuela de Hostelería, y aunque era una escuela donde se formaba a cocineros y camareros, no tenia cafeteria para los alumnos, por lo que teníamos que irnos a los bares de al lado a jugar al mus. Total, que me enrollo. El caso es que de eso hace aproximadamente unos 10 años. Casi na, ¿verdad?

Pero el otro día estando con una vecina en la piscina, charlando. Salió a colación el tema del mus, lo que hacía que no jugábamos ninguno de los dos, que podíamos echar una partidita algún día… pero lo cierto es que no habíamos dado con nadie más con quienes jugar. Total, que la otra tarde, coincidimos mi hermana y mi cuñao y mi vecina en la piscina, volvió a salir el tema del mus y descubrimos que los cuatro erámos de mus, y que todos llevábamos años sin jugar. Por lo que decidimos organizar una timba en mi casa este sábado, aprovechando que mis padres estaban fuera, de fin de semana.

La verdad es que al principio nos costó. No recordábamos las puntuaciones, andábamos un poco perdidos con algunas manos y algunas cosillas más. Pero al final acabamos recordando... La verdad, es como montar en bicicleta, nunca se olvida. Bueno al final pasamos una noche genial. Cenamos, preparé unos pinchos. Bebimos, unos mojitos y un rico vino rosado que trajo Bea (mi vecina). Y estuvimos picoteando gominolas, que están genial para acompañar las copas.

Total que echamos unas cuantas manos. Y aunque estuvo muy reñido, al final, Joaquin (mi cuñado) y yo, conseguimos hacernos con la victoria. Así que nos queda pendiente una revancha. Que, la verdad, espero que sea pronto. Porque me lo pasé genial, recorde mis años de juventud, y ¡qué leche! tengo mono.