Fobias Tecnológicas

 

Hoy estoy plof, pero plof, chof, plash, vamos, como un charquito, no tengo fuerzas ni para mantener los párpados subidos. No se que me pasa, si la tensión baja, si falta de vitaminas, si falta de sueño. Ni idea. Pero el caso es que esta noche he dormido, o por lo menos creo que he dormido. Porque al menos no he sido consciente de estar despierto. A lo mejora (o alomojó, como prefiráis) resulta que soy sonámbulo y he estado de fiesta toda la noche sin enterarme (que también sería una putada, porque ya puestos a estar de fiesta, ¡por lo menos que me entere!).

Total, que mientras me tomaba dos cafés en el bar, he estado echando un vistazo al periódico, y en El País he visto un interesante artículo sobre Fobias y Otras Hipocóndrias Tecnológicas, que hecha por tierra ciertos mitos y bulos de estos que corren por internet.

Y la verdad es que me ha hecho pensar (poco, porque dado mi estado…). Porque si fuera verdad todo eso que se cuenta estaría mu malamente (peor que hoy incluso). Veamos:

1.- sordo perdido por usar un iPod (que digo yo, que si usas otro reproductor MP3, lo mismo no te vuelves sordo).

2.- estéril por trabajar con el ordenador portátil sobre las piernas. Que no basta con achicharrarte las piernas con él, si no que además te dejan sin poder ser papá (amos que!!).

3.- tendría cáncer por usar un teléfono móvil.

4.- comería alimentos contaminados por calentarlos en un microondas. Además de exponerme a las posibles ondas cancerígenas que estos emiten. Pero bueno, como ya tendría cáncer por lo expuesto en el punto 3, pues igual me daría.

5.- No se ni lo que padecería por vivir y trabajar rodeado de redes Wi-Fi. Así como estar expuesto a las radiaciones de la televisión, el monitor del ordenador o de los teléfonos y antenas móviles (que me vuelvo a remitir al punto 3). Y me da igual que al lado hubiera o no un cactus.

6.- sería una bomba andante, con un móvil en la mano podría hacer estallar un gasolinera, o hacer estrellarse a un avión. Que claro, si tuviera todo lo hasta ahora expuesto, pues seguro que lo haría (volar una gasolinera, claro). Y si a eso le sumamos el continuo ascenso de los precios de la gasolina, pues ya ni os cuento las ganas que le entran a uno…

Esto como muestra. Por suerte, no se me estallaría ninguna prótesis de silicona (porque de momento no tengo ninguna. Aunque, quien sabe, quizá en un futuro…)

Y ya veis, que por lo menos hay quien desmiente esta cosas. Porque si no, quien sabe lo que sería de nosotros si nos creyéramos todo lo que nos llega por correo electrónico o que leemos por internet.

Pues nada más… morituri te salutant