Curso del 63. Capítulo 2

¡Oye! ¡Mira que estoy enganchado a Curso del 63! Ha llegado al punto de que me meto en la página web y me he hecho fan de una pagina en Facebook. Qué bueno, lo de Facebook hay que comentarlo punto y aparte, porque mira que engancha la condenada página; y yo que era de esos que no quería ni entrar...

Pero bueno volvamos al 63.

Y es que ayer, después de subir de clase de pilates y cenar, me propuse relajarme viendo el programa. Hay que felicitarles por ser puntuales, que últimamente la puntualidad en televisión brilla por su ausencia. Aunque me mosqueé pues al poquito de comenzar nos cascaron un largo parón para anuncios, y me dije "como se nota que les fue bien el primer programa con las audiencias, nos van a crujir a anuncios hoy". Pero no. La verdad es que se portaron (asombrosamente bien, voy a tener que felicitarles otra vez...) y no hubo muchas interrupciones, y las pocas que hicieron las aproveché para ir al baño, poner la secadora o algún menester más. Se puede decir que hasta me vinieron bien (¿veis hasta que punto llega mi enganche al programa?).

Y ahora a la chicha! Bueno, lo primero, decir que me hinché a reir. No se porqué, pero el histerismo de los demás me hace gracia. Y es que ha estos chicos, o les acaban sosegando o van a necesitar un psiquiatra. Mención especial para Doña Alicia, esta profesora es genial! No se deja torear de ninguno de los modos y trata de enderezarlos sin humillarlos (en exceso). Al contrario que Don Luis o Don Ildebrando (¡tiene delito el nombrecito!, si es postizo, ya le vale al que se le ocurrió; pero si es el real, sus padres, seguro que no le querían) que se basan en la humillación para intimidarles e imponerse. También comentar sobre Doña Julia su caracter agresivo, su mala leche (sí, porque tiene mala leche, no hay que verla más que la cara, cara de vinagre).

Y en cuanto a los chicos, pues que decir de ellos. Qué mal llevan lo de la autoridad. Claro que viendo a algunos padres, no me extraña. También me gustó mucho un padre que decía que sentía vergüenza por el comportamiento de su hija. Y es que algunos nos comportábamos de distinta forma cuando estábamos delante de nuestros padres.

De todas formas, tanta rebeldía no puede ser buena. Van de libres, de "yo hago lo que quiero", y claro así les va. Les cortan las libertades y no saben por donde salir, se encabezonan, se irritan, despotrican, pero al final...pasan por el aro. Y otras veces van buscándolo. Cuando por las noches se ponen farrucos, quieren marcha, pues con marcha acaban. Las chicas, no se las veces que han fregado el aula. Pero aun así, tienen que quedar por encima, como el aceite. Luego no me extraña que lloren, si es que tienen que explotar por algún lado.

Ayer una de las chicas abandonó. Yo creo que tenía una depresión importante, ¡no paraba de llorar! También reseñar que han aislado a seis alumnos contagiados de gripe A (si es que llega a todas partes).

Y nada más, que llevo toda la tarde para escribir el post, a ratos, y la verdad, ya no se ni lo que he puesto. Me he leido el post chorropotocientas veces, pero seguro que algo he repetido, perdonad si es así.

Hala! Hasta el próximo capítulo.