Hoy, por mi parte, ya puedo decir que estamos en Navidad. Aunque todavía es un poco pronto, para mi no entra la Navidad hasta pasado el puente de la Inmaculada. No veo necesario que sea antes, y aún se puede esperar unos días más. De hecho, no creo que baje al trastero a por los adornos hasta el fin de semana. Tampoco es cuestión de tener empantanada la casa durante un mes.
Pero bueno, a decir verdad, es una de las fiestas que más me gustan. Soy muy raro, lo se. Últimamente oyes a mucha gente quejándose de que llegan las navidades o que si ya estamos otra vez. Pero a mi me gusta. Me gusta salir a cenar con mis amigos (algunos sólo los veo por esta fechas), reunirme con la familia (idem de lo mismo que lo anterior, a alguno familiares sólo los ves en Navidad), preparar las cenas y comidas... Y sobre todo esto, los adornos, en especial la mesa de la cena de Noche Buena. Y es que en mi casa nos juntamos quince persona a cenar ese día. Y aunque echo una mano en la cocina, que me encanta, mi misión es que la mesa quede espectacular (aunque no siempre lo consiga). Hay años en que empiezo a planificar las cosas varios meses antes. He llegado incluso a comprar los adornos en octubre. Aunque muchas veces lo que tienes en la cabeza no consigues ponerlo luego en práctica, pero se improvisa como se puede.
Pero este año, he tenido un poco más de desidia. Y es que parece que tengo menos ganas de estar atacado durante tanto tiempo. Soy muy perfeccionista y me gusta que las cosas estén todas en perfecto orden, no dejarlo todo para última hora. Pero como comprenderéis es imposible no improvisar en una mesa para quince personas. Porque no tengo sitio para montarla, probar, cambiar, retocar, almacenar. Puff!! un follón vamos. Así que al final todo se hace a última hora, la tarde del día de Noche Buena. Por lo tanto, ya no me corre tanta prisa tener todo listo, prefiero improvisarlo. Tan sólo pienso en el color con el que va a ir el año, compro los adornos que crea serán necesarios (y al final siempre compro de más), y el día en cuestión lo organizo y monto todo. Y me quedan cosas como estas:
La de la izquierda es del año pasado (2008), y la de la derecha de hace cuatro años (2005).
Ya colgaré de este año, a ver que tal sale.
Pero bueno, a decir verdad, es una de las fiestas que más me gustan. Soy muy raro, lo se. Últimamente oyes a mucha gente quejándose de que llegan las navidades o que si ya estamos otra vez. Pero a mi me gusta. Me gusta salir a cenar con mis amigos (algunos sólo los veo por esta fechas), reunirme con la familia (idem de lo mismo que lo anterior, a alguno familiares sólo los ves en Navidad), preparar las cenas y comidas... Y sobre todo esto, los adornos, en especial la mesa de la cena de Noche Buena. Y es que en mi casa nos juntamos quince persona a cenar ese día. Y aunque echo una mano en la cocina, que me encanta, mi misión es que la mesa quede espectacular (aunque no siempre lo consiga). Hay años en que empiezo a planificar las cosas varios meses antes. He llegado incluso a comprar los adornos en octubre. Aunque muchas veces lo que tienes en la cabeza no consigues ponerlo luego en práctica, pero se improvisa como se puede.
Pero este año, he tenido un poco más de desidia. Y es que parece que tengo menos ganas de estar atacado durante tanto tiempo. Soy muy perfeccionista y me gusta que las cosas estén todas en perfecto orden, no dejarlo todo para última hora. Pero como comprenderéis es imposible no improvisar en una mesa para quince personas. Porque no tengo sitio para montarla, probar, cambiar, retocar, almacenar. Puff!! un follón vamos. Así que al final todo se hace a última hora, la tarde del día de Noche Buena. Por lo tanto, ya no me corre tanta prisa tener todo listo, prefiero improvisarlo. Tan sólo pienso en el color con el que va a ir el año, compro los adornos que crea serán necesarios (y al final siempre compro de más), y el día en cuestión lo organizo y monto todo. Y me quedan cosas como estas:
La de la izquierda es del año pasado (2008), y la de la derecha de hace cuatro años (2005).
Ya colgaré de este año, a ver que tal sale.
a mí me encanta la Navidad pamién, no pierdas nunca la ilusión.
ResponderEliminarLa navidad es guay, pèro es tanto en tampoco tiempo!!!
ResponderEliminarOye, las mesas te quedan preciosas!
Gracias!!!! La verdad es que me gusta que quede bien. Aunque como digo no siempre se consigue.
ResponderEliminarEstoy loco este año, porque siempre intento que no se repitan, y ya lo tengo un poco jodio!
He intentado comentarte en otro de tus blogs, pero no he podido. Sólo te diré que me encanta la arquitectura de tus letras, es excelente.
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