martes, 22 de junio de 2010

PASEO

¡Parece mentira lo que ha cambiado el tiempo en un par de días! La semana pasada nos pelábamos de frío. Sin ir más lejos, ayer por la mañana salí con una chaquetita y no me estorbó en ningún momento. Y hoy hace una caló que pa que te cuento. Ya, ya se, tampoco es para tanto, pero yo prefiero un poco de fresquito, una manguita larga...
Pero el caso es que el verano ya está aquí, ha entrado por la puerta grande, y según leíen el periodico hace unos días, va ha ser caluroso de aquí te esperto! Según el periódico que leí, se va a parecer mucho al verano de 2003. Vamos a sufrir unas cuantas olas de calor, parece ser que unas 5 aproximadamente. ¡Que nos vamos a torrar, oiga!
Así que hay que tomarselo con resignación. Así que hoy como tenía que hacer unas cosillas durante la hora de la comida, he estado paseando por Ortega y Gasset, Velazquez y Serrano. Buscando la sombra, he de decir, porque al sol te torrabas, ¡pero bien! Y aquí la anécdota del día. Estando en un semáforo en Ortega y Gasset, se me ha puesto al lado dos muchachos, recien salídos de un catálogo de moda juvenil, que parecía recien duchaditos y perfumaditos. Para mí que todo en uno, en su casa deben de tener en la ducha el grifo del agua caliente, el del agua fría y el del agua de colonia. Porque madredelamorhermoso casi me desmayo... Total que hemos cruzado juntos y hemos tenido un momento de caminar más o menos igualados y me ha dado para oir su conversación:
--Así que, ochociento y ochocientos...--decía uno-- mil...
--Mil novecientos- contestaba el otro. Y yo con los ojos como platos, que casi se me convierten las gafas de sol en lentillas...
--No, mil ochocientos- corregía el primero.
Aquí he tenido que pararme en un escaparate disimuladamente porque creí que me daba algo.
Cuando se me a pasado el ataque de risa, mirando el escaparete de Dolce & Gabana, me he dado cuenta que la dependienta me miraba raro a través del cristal y he seguido con lo mío, pensando en las cuentas de los dos muchachos, y los descuadres de sus cuentas...
Pero quitando cosas como estas, que no pasan de ser divertidas, es una de las zonas donde más me gusta pasear. Ves a gente conocida, hoy por ejemplo me he cruzado con D. Jaime de Marichalar (aunque es un habitual de la zona, no es la primera vez que lo veo por ahí); ves niñas monas con ropa supermegapija, con el bolso colgado del codo y el brazo apuntando para afuera y arriba y la mano colgando morcillona (es una pose que me hace mucha gracia), que menos mal que son delgaditas porque mira que ocupan sitio... El otro día vi a una que llevaba el bolso en un brazo y las bolsas de las compras en el otro, que parecía más un perchero que una muchacha. A ver si un día le saco a una un foto y la cuelgo, porque es para verlo.
Lo que no me gusta del barrio en cuendo entras a una tienda y los dependientes te miran de arriba a abajo de abajo a arriba, como si te estuvieran radiografiando, con un mohín en el rostro que no sabes si se han huntado una mierda de perro en el bigote o algo por el estilo. Es que me pone de una mala leche... Pero bueno, si vas con ganas, te pruebas un montón de cosas, le mareas un rato, y te vas sin comprar nada. Si embargo hay veces en las que te tratan tan bien que te gustaría llevarte la tienda, pero sabes que no puedes porque los precios son desorbitados y tu economía es más bien escasa. Pero...
Y poco más que contaros por hoy, no paséis mucho calor, y a ver si llego a casa antes de que cierren la piscina y me doy un bañito.

1 comentario:

  1. Cosas como estas te recuerdan a cuando Richard Gere decia eso de "nos gusta que nos hagan la pelota!" en Pretty Woman.Tanta tontería se quitaba dos días vendimiando de lo lindo en Valdepeñas, te lo digo yo.

    Sabe usted más que un niño de primaria? Yo sé de dos que no...

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