miércoles, 22 de abril de 2009

Móviles

primer movil Ay! los móviles. Quien iba a imaginar hace unos cuantos años que podríamos tener semejante aparato entre nuestras manos. En principio, fue una total revolución: poder hablar por teléfono en cualquier sitio. Aunque pronto nos daríamos cuenta que esto no era realmente así, más que nada por los problemas de cobertura que había en aquel entonces. Pero pronto se solucionó. En esos primeros años del móvil comenzamos a ver las primeras cosas raras: veías a gente hablando sola por la calle, y te quedabas mirándola (porque más que hablar, chillaban) hasta que te dabas cuenta que llevaba un pequeño ladrillo en la oreja. Luego, una vez acostumbrados, aparecieron los manos libres, por lo que el efecto era aún mayor. Porque la gente entonces si parecía que hablaba sola. Poco a poco nos fuimos acostumbrando.

Con el tiempo el móvil fue evolucionando. Se añadieron los SMS. Muy útiles, por cierto. Posteriormente los MMS (¡ves!, estos los he usado menos pero he de reconocer que tienen su gracia). Las cámaras, tanto de foto como de video; reproductores MP3; juegos; correo electrónico; conexión a internet; y un montón de cosas más que de seguro tendrá mi móvil y que o bien no lo se, o bien no me acuerdo.

Bueno, y todo este rollo va relacionado con que todo esto hace que el uso del móvil debería estar, como mínimo, dado como una asignatura en el colegio. Y no lo digo por el hecho de saber usarlo en plan manual de instrucciones, porque para eso están los ídem, si no por el tema de su uso con cierta educación.

Y este post viene, al fin y al cabo, por algo que me pasó ayer en el autobús que me puso de los nervios… Y fue que una “fantástica” cría, que debía estar aburrida, llevaba el móvil como reproductor de música estéreo portátil para todo el autobús. Que digo yo, ¿porqué no te pondrás los cascos? ¡Bonita! Y si no los tienes, pues te pegas el móvil a la oreja y te lo aprietas con celo y dejas que los demás disfrutemos de lo que estamos haciendo, ya sea leer, escuchar nuestra propia música, oír nuestro programa de radio o, simplemente, mirar el paisaje. ¡Coño, ya! Total, que me quedé con las ganas de metérselo por el culo. Pero es que hubiera quedado un poco violento…

Por eso digo, principalmente, lo de la educación. Porque esto es molesto para mucha gente, entre la que me incluyo. También es molesto estar escuchando los gritos de la tipa de al lado porque pierde la cobertura, o su conversación, que la verdad, no me importa. Aunque he de reconocer que a veces te enganchas… Otra cosa molesta es escuchar un móvil en el cine, en un museo, en un entierro… Chico, un poco de consideración para con los demás, ¿no? Además deberíamos incluir el uso de la cámara de los móviles, que es muy útil para unas cosas, pero para otras es la peor idea que han podido tener…

Y cuantas cosas más que ahora mismo no caigo, pero que son igual de molestas. Si quieres móvil, aprende a usarlo con educación y respeto para los demás. Que somos muchos para que todos estemos dando por culo. Porque que hubiera pasado si todos los que íbamos en el autobús nos hubiésemos puesto nuestra música (o programa de radio) a toda pastilla en nuestros respectivos móviles…

En fin, por lo menos me he desahogado.

3 comentarios:

  1. el móvil del profesor sonando en clase... yo me incluyo en esa categoria de gente que habla en el bus... aunque intento hacerlo bajito... y no tengo otra opción!

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  2. No si yo tambien hablo en el bus, pero intento que la conversación sea privada y como mucho se entere el de al lado. No todo el autobus...

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  3. En Finlandia no puedes hablar alto por telefono o la gente te echará la del siglo, o eso dicen. De todos modos, el otro día, para mi sorpresa, en el reglamento de transporte público de Madrid (esas pegatinicas) se prohibe poner música o mantener un nivel de sonido que sea molesto para el resto de pasajeros.

    Porque no cobran más y molestan a la gente que da por culo en vez de dar por culo a la gente que no molesta?

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